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El mundo avanza y los deportes que más se actualizan en ello serán los que, con el paso de los años, se beneficiarán más de su masificación. En el caso del golf la tecnología se ha empleado en muchos sentidos, pero una de las que más crece y nunca se detiene es la aplicada al mantenimiento de las canchas.

Hoy en día el jugador se ha convertido en un gran exigente y, a la vez, el público también, lo que hace que nuestro deporte avance con gran paso hacia su mayor tecnificación. El uso de los buggies para desplazarse entre hoyos, desde su aparición, comenzó a cambiar muchas cosas en el deporte y, hoy en día, no se puede pensar en estar de espaldas a la tecnificación.

 

Máquinas cortadoras

El imaginario puede dar para todas las ideas posibles, pero la realidad es que una máquina de mantenimiento que se utiliza en un campo de golf se parece menos a la cortadora de césped convencional y, más bien, tiene aspecto de ser como un vehículo de tracción para labores agropecuarias.

Todo ello se debe a que una podadora debe tener la capacidad de realizar un trabajo muy eficiente en distintas zonas del campo. Hablamos que tiene que cortar un tee, un green y las áreas comunes con precisión, utilizando cuchillas específicas porque se debe entender que es un campo de juego de un deporte profesional.

Estas cortadoras están equipadas con herramientas que la hacen ser versátiles y muy útiles. Las cuchillas se desplazan de diversa forma para realizar cortes que faciliten el crecimiento futuro de la grama de una forma uniforme y específica según se requiera.

Y lo mejor es que los operadores deberán conocer un poco más del trabajo que hacen, porque un pase realizado en una zona distinta, con un patrón de corte no adecuado, puede cambiar las condiciones de un campo y, a la vez, dificultarán la actividad a los jugadores.

 

Cuchillas afiladas

Uno de los secretos mejores guardados por los greenkeepers es el afilado de las cuchillas y el mantenimiento de las mismas, porque utilizar una herramienta en mal estado es la puerta de entrada a enfermedades y dolores de cabeza en el futuro.

Por ejemplo, una hoja mal afilada traerá un corte irregular en el césped y ello, además de favorecer el crecimiento irregular de la misma, muy posiblemente es una brecha para que nazcan hongos u otra plaga.

Y nada más doloroso para cualquier encargado del mantenimiento de un campo de golf que ver cualquier zona de su cancha con marcas amarillentas, marrones u otra coloración distinta al hermoso y esperanzador verde natural de las plantas.

Para lograr los cortes especiales, se deben usar cuchillas y esmeriles para afilar con unas determinadas especificaciones y, solo unos expertos sabrán cómo hacerlo, porque cada tipo de grama necesita un cuidado y corte diferente según el patrón que se asuma para trabajarla.

Un corte perfecto será aquel que se realice de forma recta y limpia, así tendremos un crecimiento uniforme y una mejor salud en el terreno.

 

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